jueves, septiembre 6

Tres locos en bicicleta.


Son las 7am en Denver y hace media hora sonó la alarma.

El día de ayer fue maratónico y eso que no hemos empezado a pedalear. Llegamos Andrés, Pedro y yo a Miami como a las 12 y como el viaje a Denver salía a la 520p.m, entonces Andrés tuvo la maravillosa idea de "salir a almorzar". Para eso teníamos tres opciones, carro, bici o el transporte público; ¿adivinen que fue?
Pues el transporte público: el metro. ¡Yo ni sabia que existía!.

Buscamos los avisos en el aeropuerto que nos fueron llevando al metro y ahí estaba...nunca como el de Medellín y ni siquiera por lo moderno, sino por lo VACIO.

Esperamos como 20 min para que llegara mas gente a nuestro vagón y como no apareció entonces arranco con nosotros CUATRO...Si cuatro, pues en el vagón teníamos otro pasajero....¡Una CUCARACHA!

Ay, gas, gas y gas, bueno pero digamos eso no es el punto, punto es contarles que fue una nota el paseo. Llegamos a downtown Miami y allí cogimos un "metrico" si un metro chiquito que daba loops en el downtown a lo Disney, haciendo stops en puntos estratégicos. Nos bajamos en bayside, el mall que queda en toda la bahía, súper lindo, pero lastimosamente el tiempo no nos dio ni para entrar a un almacencito, solo para comer un sandwich, un par de cervezas, una mini hamburguesa y eso si, papas fritas, ¡ya estamos en USA!.

Y hablando de tiempo, resulta, como cosa rara, Andrés tenía todo muy fríamente calculado para llegar al aeropuerto dos horas antes, pero, se le olvido un pequeño detalle: ¡cambiar la hora de su reloj!, apenas estábamos dando el ultimo mordisco al sandwich cuando caímos en cuenta, no nos quedan dos horas, ¡sólo 1!, y los que corren. ¡Empiece a sudar!, cruce calles, que no se deje venir la tormenta, suba escaleras, rece para que aparezca el metro, que no aparezca nuestra compañera(la cucaracha) y llegamos. Just on time, pues el vuelo estaba retrasado.

Alcanzamos entonces a comprar el "fiambre" y listos a abordar en el cuelo 1391 con destino a Denver. Entre lectura y siesta llegamos al aeropuerto donde nos esperaban unos amigos para llevarnos a una fiesta de cumpleaños con orquesta y todo. Para no extenderme mas, eran las 12 de la noche y nosotros todavía en la fiesta.

!La aventura apenas esta comenzando! Mañana salimos a encontrarnos con nuestro grupo de ciclistas para arrancar a pedalear.